Una ciudad del oeste de Japón cree haber encontrado
la solución para reducir su deuda: pues está dispuesta a abandonar su nombre
para adoptar el de un eventual generoso benefactor, lo que ha puesto a los
habitantes en pie de guerra.
Izumisano, situada en la prefectura de Osaka, con 103.000 habitantes y conocida
por su industria de fabricación de servilletas, busca un patrocinador dispuesto
a pagar al menos 1.000 millones de yenes para reducir una parte de la deuda.
El benefactor tendrá que comprometerse a mantener estrechas relaciones
con la ciudad durante al menos diez años.
Pero la oferta presentada en junio y que seguirá en pie hasta finales de
noviembre, no le interesado a nadie por el momento, aunque ha suscitado las
protestas de los habitantes.
Fuente: www.lapatilla.com