En algunos
casos, pueden llegar a ser realmente desconcertantes y molestas y es probable
que también se modifique el ritmo respiratorio y se sienta cierta zozobra o
mareos.
Es normal que el ritmo cardíaco se
acelere cuando se realiza actividad física pero también puede verse afectado
por situaciones de miedo, estrés, nerviosismo, excesivo cansancio, etc.
También
puede suceder que se vea acelerado por causas patológicas como son las enfermedades de tiroides, ante
cuadros de fiebre, por anemia, el consumo de ciertos medicamentos o por
enfermedades cardíacas.
En todo caso, hay que estar atento a
nuestro corazón y si las palpitaciones se dan seguido, habrá que hacer una
consulta médica cuanto antes.
Fuente:
www.vitadelia.com