Claramente comer no es lo mismo que
alimentarse y está comprobado que una dieta balanceada influye en el bienestar
personal, proporciona energía y, además, ayuda a prevenir distintas
enfermedades.
Algunos malos hábitos alimenticios están vinculados con la ingesta de ciertas
comidas que contribuyen el aumento de peso como por ejemplo:
Las papas fritas, ya que
por su textura genera una fácil absorción de las grasas saturadas, actuando
similar a una esponja, también, las bebidas
con azúcar ya que el consumo diario genera un gran aumento
de peso.
De igual
forma, las Carnes rojas debido a su
alto contenido de grasas saturadas y las carnes rojas no procesadas como los embutidos y salchichas.
Recuerden que una dieta variada, el ejercicio moderado, el descanso adecuado y
una actitud activa son los mejores aliados a la hora de querer tener un óptimo
estado físico, y por ende, una salud favorable.
Fuente: www.guioteca.com