¿Por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos?

¿Por qué no nos reímos al intentar hacernos cosquillas a nosotros mismos? Es la pregunta que se hicieron hace unos años unos investigadores

Para dar con la respuesta, estudiaron con un escáner el cerebro de 16 personas mientras trataban de hacerse cosquillas a sí mismas en las palmas de las manos y más tarde haciendo que otra persona les hiciera cosquillas.

De esta manera comprobaron que las áreas que responden al tacto y al placer se activaron mucho menos cuando se las hacía uno mismo y llegaron a la conclusión de que la estimulación táctil auto-generada se atenúa porque internamente el sistema sensorial predice las sensaciones que van a producirnos nuestros movimientos en el mismo momento en que el sistema motor da la orden de ejecutarlos.
Y si no hay “sorpresa”, añaden los autores, tampoco hay cosquillas.

Fuente: www.Muyinteresante.es