Una reciente
publicación reveló que el uso intensivo de los teléfonos móviles pueden desarrollar
ciertas relaciones patológicas respecto al dispositivo y sus servicios,
destacando con esto la
creación de una adicción o dependencia que puede ser peligrosa.
Esta adicción crece a medida que
aumenta la edad y afecta a los menores de 10 a 12 años, al 15.2% de los que
tienen 13 a 14 años y al 21% de los jóvenes entre las edades de 15 a 16, según
un estudio español.
Tras
entrevistar a más de 4 mil jóvenes de ambos sexos entre 20 y 24 años, 32, la
investigadora Sara Thomeé ha concluido que abusar del celular y no
desengancharse de este aparato puede ocasionar en los jóvenes mayor riesgo de padecer problemas del
sueño, estrés y síntomas de depresión.
Fuente:
diario 2001