¿Cuántas
personas estudiaron música de niños y después de algunos meses o años lo
dejaron para dar lugar a otras actividades o responsabilidades? Estos meses o años de estudio no
fueron en vano, pues en ese tiempo ciertas funciones cerebrales se
desarrollaron y tendrán impacto en la vida adulta.
El estudio
encontró que el entrenamiento musical en la infancia conlleva a un mejor
procesamiento neural de los sonidos en la adultez y, por ende, mejora las
habilidades de atención y memoria.
Además de
todos los beneficios que ya sabemos que la música otorga al cerebro, el estudio
sugiere que estas clases, aunque sea por poco tiempo, pueden ayudar para el
resto de la vida, a saber escuchar y en el aprendizaje
Otros
estudios anteriores han revelado que quienes estudian música o un segundo
lenguajes a edad temprana mejoran su percepción auditiva y sus habilidades de
comunicación.