Comer en familia se asocia con un
mayor consumo de frutas, verduras, fibras, alimentos ricos en calcio y
vitaminas, indica
un reciente análisis de la Universidad de Rutgers en Estados Unidos.
Los niños que comen con sus familiares tienden a mostrar
índices de masa corporal más bajos, es decir, menos tendencia al sobrepeso y a
la obesidad que aquellos menores que con frecuencia comen
solos.
El estudio se suma a los datos
obtenidos en una investigación previa de la Universidad que revela que los adolescentes que comparten la hora
del desayuno, el almuerzo y la cena con sus padres y familiares comen de manera
más sana cuando crecen.
Concretamente
consumen más verduras y más fruta, además, comer en familia durante la
adolescencia implica que al llegar a adultos ingerimos más cantidad de calcio,
magnesio, potasio y fibra en nuestra dieta diaria.
fuente:
www.lanacion.com.ve